sábado, 28 de noviembre de 2009

Cuántas veces...

Odio hacer planes y que éstos no se lleven a cabo.



Hace dos años, un 1 de enero, me propuse hacer la cama todos los días. Y lo conseguí. Parece una tontería, pero conseguir que este tipo de cosas funcione no siempre es fácil. Cuántas veces habré oído decir a mi madre "Este año adelgazo 8 kilos", y a la noche estar tomando los típicos dulces navideños, siempre tan tentadores.


Por otro lado están los "Nunca volveré a...", "No voy a...", "A partir de ahora...". Estos son peores, porque su probabilidad de éxito es prácticamente nula.

  • "Nunca volveré a dejar la habitación patas arriba" (¡no te lo crees ni tú!)
  • "Nunca volveré a beber" (esta fue la última que dije, y que espero cumplir...)
  • "No voy a usar el tuenti en una semana" ( díficil pero factible, la experiencia lo demuestra)
  • "A partir de ahora, voy a ir a nadar dos veces por semana" (da gracias que fui durante un mes, ahora nado más esporádicamente)
  • "A partir de ahora, me voy a levantar pronto todos los días para aprovechar el día" ( ¿y qué pasa con el típico día que sin razón alguna te despiertas con más sueño que con el que te acostaste y sabes que nadie te espera a ninguna hora concreta?)
  • "Nunca volveré a beber tanto" (así mejor, más fácil de cumplir, con tal de no seguir metiendo la pata cada vez que salgo y bebo de más...)

Lo dicho, propongámonos objetivos razonables, que seamos capaces de realizar. Y yo soy la primera que tiene que aplicarse el cuento.

2 comentarios:

  1. Nunca volveré a... dios, demasiadas cosas xD

    ¡¡Guapa!!

    (Es cierto, consiguió hacer su cama todos los días, doy fe.)

    ResponderEliminar
  2. La clave está en proponerte cosas que no quieras cumplir,ya veras como, al no cumplirlas te sentirás mejor :D

    Hacerse propósitos y no alcanzarlos es una mierda.

    ResponderEliminar