viernes, 4 de noviembre de 2011

5:16 A.M.

¿Qué pasa cuando te das cuenta de que nunca te has enamorado?

jueves, 15 de septiembre de 2011

Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo

Con dieciséis años me habló de las autopsias sexuales.

Me contó que estaría bien que cada cinco años nos practicaran una de esas autopsias.

Que nos quedáramos muy quietos y alguien nos dijera qué parte de nuestro cuerpo no había sido acariciada; cuántos besos habíamos recibido; si había sido más querido una mejilla o una ceja o una oreja o unos labios.

Una autopsia en toda regla de nuestro sexo, pero con nosotros vivos, aunque inmóviles.

Ella se lo imaginaba y le gustaba pensar que alguien, tan solo mirando nuestros dedos, supiese si habían tocado con pasión o simplemente por rutina. Si nuestros ojos habían sido mirados con deseo o nuestra lengua había conocido muchos congéneres.

Además podríamos saber cuáles fueron nuestros mejores actos sexuales, al igual que en un tronco cortado vemos cuándo soportó grandes lluvias o sequías. Quizá a los diecisiete, a los treinta o a los cuarenta y siete. Quizá siempre en primavera o casi siempre cerca del mar.

¿Cuántos mordiscos, cuántos susurros, cuántos chupetones hemos sentido? Un cómputo de números sobre nuestro sexo, nuestra lujuría, nuestro placer solitario.

Y según ella, lo mejor era que cuando acabase esa autopsia sabríamos que estábamos vivos, que podíamos mejorar y lograr que nos acariciasen, que deseáramos, que amáramos y nos amasen.

Nunca me he hecho una autopsia de ese tipo. Me da miedo el resultado.

viernes, 8 de julio de 2011

Extracción

Al igual que Dexter Morgan, llevo una voz dentro de mí. No es un oscuro pasajero, no, pero se toma la libertad de aconsejarme, de susurrarme palabras que muchas veces no me gustaría tener que escuchar.

A veces siento que lucho contra ella.

No le hago caso siempre, ¿acaso debería? Me suele hablar cuando me siento incomprendida, sola ante el peligro, cuando no sé cómo actuar. Pero sé que si le hago caso, las cosas no me irían del todo bien.

No sé cómo definiría a "las cosas" en el momento actual, pero creo que encajan, que se ajustan al código. Y eso lo hace fácil.

Cuando echo la vista atrás, me pregunto cómo habría sido mi vida de seguir sus consejos con los ojos cerrados. Mis decisiones no han sido siempre acertadas, de hecho, más de una vez la he cagado pero bien. Otras no tanto, pero quizás un poquito de reflexión previa me habrían sido de gran ayuda. Otras tantas, han sido lo mejor que he hecho en la vida.

Pensándolo bien, creo que me gusta esa voz. Me gusta tener una segunda opinión. No siempre me gusta que difiera de la mía, porque no hace más que complicarlo todo. Pero creo que mi verdadero yo no ha salido todavía.

No sé cuáles son los motivos que me llevan a dejarlo dentro de mí, a esconderlo del mundo. Puede que el miedo. Puede que en el fondo no sea tan valiente como pueda aparentar, ni tan fuerte, sino cobarde y débil, escondida bajo una coraza. Creo que ni yo misma lo sé con certeza.

Igual debería preguntárselo a mi oscuro pasajero, el tendrá la respuesta.

domingo, 1 de mayo de 2011

miércoles, 6 de abril de 2011

Próximo destino...

BURDEOS!!!

Y ahora más que nunca toca aprovechar este último año en Salamanca, y prepararme para empezar otra vez una nueva aventura.


domingo, 20 de marzo de 2011

Ciclo de cantautores











Esto es lo que nos han dejado las noches del Savor... grandes descubrimientos, y espero que sean los primeros!! =)

lunes, 24 de enero de 2011

AZUL

I will forget your face, although your face is the only face i love.

Lying in the dark, I start to count the days you said you'd stay. But soon my mind takes off to some place for away, where a king is blue because his son has lost his smile, and no one knows where they can find another smile to make the old king smile.

I will forget your name, although your name is the only name i know.

Walking down the street, I take the letters in your name and shuffle them until they form new words, and then my mind flies back to this king who's blue because his son has lost his smile, and no one knows where they can find another smile, to make the old king smile. To this king who's blue because his son, has lost his smile, and no one knows where they can find another smile, to make the old king smile

jueves, 13 de enero de 2011

Reloj


¿Qué cara se supone que se te tiene que quedar cuando llevas 15 minutos haciendo cola para entrar en la biblioteca y cuando estás a punto de entrar te dicen que está llena y que te tienes que volver a tu p*** casa?

Eso me ha pasado hoy, sí señor. A simple vista, parece un hecho sin gran trascendencia, algo que molesta pero pasa rápidamente al olvido. "Por lo menos he aprovechado y me he dado un paseo", pensé de camino a casa. Y fue ese camino el que me dió que pensar.

Eran alrededor de las 5 de la tarde. Como sabréis, a esa hora abren la mayor parte de los pequeños comercios. Pues bien, a medida que andaba, me he encontrado con todos los dueños de las tiendas de la calle y casualmente han ido abriendo sus locales a medida que yo pasaba a su vera. Pura sincronización. Como leí hace poco en un libro (La elegancia del erizo, muy recomendable por otra parte), ha sido un movimiento del mundo digno de mención.



Además, estos últimos días he tenido muchos reencuentros con desconocidos. Me explico.

Estás en la cola de una tienda para pasar por caja, y como toda buena cola que se precie, tienes a alguien delante. Pues resulta que al cabo de los días te reencuentras con esta desconocida, que probablemente será siempre una desconocida. ¿Se acordará ella de ti? ¿Cuántas veces antes de fijarte en ella en aquella tienda te la habrás cruzado? Es otro movimiento del mundo interesante no? Como se entrecruzan nuestras vidas, solo un lazo, o ninguno.


Le tengo que dar las gracias a Paloma, que es la que me ha hecho volver a escribir. Sea aquí o en un papel garabateado.