jueves, 13 de enero de 2011

Reloj


¿Qué cara se supone que se te tiene que quedar cuando llevas 15 minutos haciendo cola para entrar en la biblioteca y cuando estás a punto de entrar te dicen que está llena y que te tienes que volver a tu p*** casa?

Eso me ha pasado hoy, sí señor. A simple vista, parece un hecho sin gran trascendencia, algo que molesta pero pasa rápidamente al olvido. "Por lo menos he aprovechado y me he dado un paseo", pensé de camino a casa. Y fue ese camino el que me dió que pensar.

Eran alrededor de las 5 de la tarde. Como sabréis, a esa hora abren la mayor parte de los pequeños comercios. Pues bien, a medida que andaba, me he encontrado con todos los dueños de las tiendas de la calle y casualmente han ido abriendo sus locales a medida que yo pasaba a su vera. Pura sincronización. Como leí hace poco en un libro (La elegancia del erizo, muy recomendable por otra parte), ha sido un movimiento del mundo digno de mención.



Además, estos últimos días he tenido muchos reencuentros con desconocidos. Me explico.

Estás en la cola de una tienda para pasar por caja, y como toda buena cola que se precie, tienes a alguien delante. Pues resulta que al cabo de los días te reencuentras con esta desconocida, que probablemente será siempre una desconocida. ¿Se acordará ella de ti? ¿Cuántas veces antes de fijarte en ella en aquella tienda te la habrás cruzado? Es otro movimiento del mundo interesante no? Como se entrecruzan nuestras vidas, solo un lazo, o ninguno.


Le tengo que dar las gracias a Paloma, que es la que me ha hecho volver a escribir. Sea aquí o en un papel garabateado.


1 comentario:

  1. La frustración es siempre un buen motor para volver a la expresión escrita.

    Welcome back :)

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