lunes, 21 de diciembre de 2009

NOEL

Y sin darnos ni cuenta llegaron las Navidades. Esa época del año en la que todo el mundo espera que seas más feliz, en la que las calles de tiendas están más abarrotadas de lo normal a pesar de la crisis y en las que un discreto y natural árbol de Navidad decora nuestra plaza Mayor.


Sonrisas, felicesnavidades, prósperosaños, abrazos, hastaenero, descansa, besos, tellamoundíadeestos, noteolvidesdemí, lágrimas... Estamos rodeados por este ambiente festivo, a pesar de tener un examen el 22 de diciembre, y de despedidas.

Me gustan estas despedidas. Y me encanta mandar postales navideñas. Es una tradición que se está perdiendo por culpa de esos emails en cadena y sms, que dicho de paso, también se mandan cada vez menos. Llegas al buzón y entre numerosas facturas a nombre de tus padres, publicidad y recibos del banco, sobresale un sobre. Pone tu nombre. Lo abres, lo lees e inconscientemente sonríes.

No se puede evitar. Sea quien sea el remitente, sonríes. Siempre hace ilusión que se acuerden de ti. Principalmente porque no suelo recibir cartas, ni postales navideñas... y es algo que me encanta.



1 comentario:

  1. Como me gusta esa cancion (L)

    Justo ahora la estaba escuchando, de hecho

    Pero tu me gustas más :)

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